Lecturas Litúrgicas

Domingo, 19 de octubre de 2025

octubre 2025
El juez injusto y la viuda insistente de Sir John Everett Millais (1864)

Arte del día

El juez injusto y la viuda insistente de Sir John Everett Millais (1864)

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Fuente: Christian Art
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Primera Lectura
Éxodo 17, 8-13

Batalla contra Amalec.

Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moisés dijo a Josué: «Elige algunos hombres y sal a combatir contra Amalec. Mañana yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de Dios en mi mano.»  

Josué hizo lo que le mandó Moisés, y salió a combatir contra Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima del monte. Mientras Moisés tenía las manos alzadas, vencía Israel; pero cuando las bajaba, vencía Amalec.

Como los brazos de Moisés se cansaran, ellos tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así resistieron sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo a filo de espada.


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Salmo Responsorial
Salmo 120, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8

R. (cf. 2) El auxilio me viene del Señor.
La mirada dirijo hacia la altura
de donde ha de venirme todo auxilio.
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
R. El auxilio me viene del Señor.
No dejará que des un paso en falso,
pues es tu guardián y nunca duerme.
No, jamás se dormirá o descuidará
el guardián de Israel.
R. El auxilio me viene del Señor.
El Señor te protege y te da sombra,
está siempre a tu lado.
No te hará daño el sol durante el día
ni la luna, de noche.
R. El auxilio me viene del Señor.
Te guardará el Señor en los peligros
y cuidará tu vida;
protegerá tus ires y venires,
ahora y para siempre.
R, El auxilio me viene del Señor.

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Segunda Lectura
2 Timoteo 3, 14–4, 2

Querido hermano: Permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado, pues bien sabes de quiénes lo aprendiste y desde tu infancia estás familiarizado con la Sagrada Escritura, la cual puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.

Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para educar en la virtud, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté enteramente preparado para toda obra buena.

En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría.


R. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz
y descubre los pensamientos
e intenciones del corazón.
R. Aleluya.

Evangelio
Lucas 18, 1-8

El juez inicuo y la viuda importuna.

Les propuso una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer: «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella misma ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’ Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que deje de una vez de importunarme.’»


Dijo, pues, el Señor: «Oigan lo que dice el juez injusto; pues, ¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar? Les digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»

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Reflexión del día

«cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?» (Lc 18,8). Sería como decir: cuando venga al final de la historia —pero, podemos pensar, también ahora, en este momento de la vida— ¿encontraré un poco de fe en vosotros, en vuestro mundo? Es una pregunta seria. Imaginemos que el Señor viene hoy a la tierra: vería, lamentablemente, muchas guerras, mucha pobreza, muchas desigualdades, y al mismo tiempo grandes conquistas de la técnica, medios modernos y gente que va siempre deprisa, sin detenerse nunca; ¿pero encontraría quien le dedique tiempo y afecto, quien lo ponga en el primer lugar? Y sobre todo preguntémonos: ¿qué encontraría en mí el Señor si viniera hoy, qué encontraría en mí, en mi vida, en mi corazón? ¿Qué prioridades de mi vida vería?

Nosotros, a menudo, nos concentramos sobre muchas cosas urgentes, pero no necesarias, nos ocupamos y nos preocupamos de muchas realidades secundarias; y quizá, sin darnos cuenta, descuidamos lo que más cuenta y dejamos que nuestro amor por Dios se vaya enfriando, se enfríe poco a poco. Hoy Jesús nos ofrece el remedio para calentar una fe tibia. ¿Y cuál es el remedio? La oración. La oración es la medicina de la fe, el reconstituyente del alma. Pero es necesario que sea una oración constante. (…) Pensemos en una planta que tenemos en casa: tenemos que nutrirla con constancia cada día, ¡no podemos empaparla y después dejarla sin agua durante semanas! Francesco – Ángelus (16 de octubre de 2022)

Homilía en video

Canal: Mons. José Ignacio Munilla

🙏 Momento de oración

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